Hace ya un tiempo, durante una reunión con una familia, ante la sugerencia de todo el equipo que se incorpore el JUEGO en la cotidianidad familiar, recibí una pregunta muy simple… aunque también muy compleja: “¿a qué se refiere con jugar?”. Parece difícil introducir el juego en la cotidianidad del hogar en los tiempos que vivimos, cuando las obligaciones nos empujan a cubrir una infinidad de demandas. Pero jugar ¿es algo difícil? ¿se trata de falta de tiempo? ¿qué nos sucede a nosotros como adultos con el juego? ¿qué hacemos cuando lxs peques nos invitan a jugar?
Me han consultado innumerable cantidad de veces cuánto tiempo es necesario que jueguen con lxs chicxs. Si pudiéramos entender que esos momentos son únicos, que son importantes tanto PARA LXS CHICXS como PARA NOSOTROS, que no importa la cantidad de tiempo que juguemos, sino que realmente podamos CONECTAR CON ELLXS.
Jugar es mucho más fácil de lo que uno piensa como adulto, no es necesario ninguna preparación. El juego puede darse en cualquier espacio, en cualquier momento, y ni siquiera hacen falta juguetes. Seguramente a muchos de ustedes les habrá sucedido que compraron un juguete y lxs peques terminaron jugando con la caja. Una simple caja abre un mundo infinito de posibilidades: es un auto, una nave espacial, una casita… crean escenas, ficciones, se dejan llevar por lo inesperado, por lo imposible que se vuelve posible en un espacio seguro como en el del juego.
Sí, el juego es el lugar más seguro, porque no es la realidad a la que se vuelve en cualquier momento. En el juego lxs chicxs -y lxs no tan chicxs- también pueden decir lo que les pasa, pueden hablar de sus sufrimientos, de sus deseos, de lo que les gusta y de lo que no les gusta. Es una forma de conocerlxs, de llegar a ellxs, de escucharlxs, de contenerlxs.
¡Feliz semana y feliz JUEGO para todxs!
Lic. Ximena De Feo
Psicóloga
Comments